Las pipas de girasol, buenas para el corazón y con propiedades antienvejecimiento
Las pipas de girasol son una buena fuente de vitamina E, colina, betaína, lignano y ácidos fenólicos, según demuestra un estudio de la Universidad Politécnica de Virginia.
Si a cada fruto seco se le reconocen unas ventajas nutricionales únicas como es el que a las almendras se les otorguen propiedades suavizantes y reafirmantes para la piel; a los pistachos alto nivel de hierro mientras que a las nueces un gran contenido de Omega3; entonces a las pipas de girasol hay que otorgarles el mérito de la vitamina E.
Según el mencionado estudio, el contenido de alfa-tocoferol (vitamina E) es más abundante en las pipas de girasol que en cualquier otro fruto seco de los examinados: almendra, nuez, nuez pacana, avellana y cacahuete. Los tocoferoles son potentes antioxidantes, cuyas funciones son proteger contra enfermedades cardiovasculares, disminuyendo el riesgo de padecer cáncer.
Las pipas de girasol son una fuente importante de antioxidantes, especialmente de Vitamina E; contienen un 76% de la cantidad diaria recomendada de ésta vitamina lo cual las convierte en uno de los alimentos con mayores concentraciones de este antioxidante.
Y por si fuera poco, las pipas de girasol son ricas en varios nutrientes que se asocian a la prevención de enfermedades cardiovasculares, como el ácido fólico o el magnesio.
La Universidad Politécnica de Virginia concluye en el mencionado estudio que “las pipas de girasol son un alimento protector del organismo, muy saludables y con una dosis altísima de minerales”.
Uno de los mayores beneficios de consumir pipas de girasol es que son altamente cardiosaludables ya que protegen contra las enfermedades del corazón.
Además, son los frutos secos con mayor aporte de vitamina E y si a esta vitamina se le añaden las vitaminas del grupo B que contienen las pipas de girasol americanas en cantidades muy elevadas, se las puede considerar como un complejo vitalizante y antienvejecimiento.
Casa verde y lista en dos semanas
Una casa prefabricada, que se integra perfectamente en la naturaleza, con un bajísimo coste de construcción (unos 550 euros por metro cuadrado, la mitad del de una vivienda convencional), sin consumo energético y sin generar residuos. Es el último prototipo de vivienda sostenible, se llama Green Box (caja verde), se construye en sólo 15 días y es obra del arquitecto Luis de Garrido.
La casa, prefabricada e integrada en la naturaleza, no tiene consumo energético
La vivienda, que se está construyendo en Barcelona desde primeros de mes, será presentada oficialmente en Nueva York el próximo martes, aunque serán los visitantes de la Feria Internacional de la Construcción (Construmat 2009) los que podrán verla de cerca -del 20 al 25 de abril en el recinto ferial Gran Vía de Barcelona- por dentro y por fuera.
Diseñada por Luis de Garrido, elegido arquitecto del año 2008 por la International Steel Building Association y el American Institute of Architects, la vivienda pretende ser un referente internacional de la nueva arquitectura, ya que cumple con todos los indicadores de arquitectura sostenible: tiene un consumo energético cero de energía convencional, y se autorregula térmicamente debido a su diseño bioclimático y al aprovechamiento de la energía geotérmica y solar.
Además de su carácter ecológico, la Green Box tiene una estructura arquitectónica muy flexible. El interior es completamente diáfano, y su estructura permite compartimentar el espacio de acuerdo con la voluntad de sus ocupantes.
Puede convertirse en oficina, residencia, apartamentos, museo, sala de exposiciones...
Puede convertirse en oficina, residencia, apartamentos, museo, sala de exposiciones... La vivienda puede ampliarse, reducirse o modificarse en cualquier momento, de forma sencilla y sin necesidad de obras.
Todos los componentes de la vivienda son reutilizables y no generan residuos -las piezas se sujetan por gravedad o presión de unas sobre otras y con tornillos-. Y sólo hacen falta cinco personas para instalar los módulos que integran la casa.
Un jardín en el tejado
Lo más llamativo de la Green Box es su cubierta ajardinada inclinada -por la que se puede pasear- y su jardín vertical.
La cimentación es de hormigón armado, con una cámara de aire subterránea que permite que se enfríe el aire en verano y que se caliente en invierno. La casa se calienta gracias a sus grandes superficies de vidrio orientadas al sur y a su calefacción por suelo radiante solar.
Sólo hace falta tener una parcela en la que instalar la casa. Y si se quiere cambiar de lugar de residencia, no hay problema: se puede desmontar y montar la Green Box tantas veces como se quiera, sin residuos y en sólo dos semanas.
Hacia un nuevo modelo
La Green Box será el centro de atención de Construmat. Pero habrá mucho más: todas las novedades en materiales de construcción e ingeniosas propuestas de arquitectura e interiorismo orientadas hacia un nuevo modelo de respeto al medio ambiente. De hecho, la feria está organizada por la Asociación Nacional de la Arquitectura Sostenible y de la Vivienda del Futuro.
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